domingo, 14 de junio de 2015

Estudios científicos: Hay gente "pa tó"

 
Pues bien, navegando en Internet, localicé este artículo, acerca del estudio realizado por Martin Barker, profesor emérito de la universidad de Aberystwyth  acerca de las fantasías sexuales.

El artículo original (en Inglés) del profesor Barker, junto a otros sesudos estudios acerca del porno, podéis localizarlo aquí.


Y volviendo al estudio del profesor Barker, sostiene nuestro profesor que hay cinco maneras con las que explicar las fantasías sexuales:

  1. la fantasía sexual como una lente de aumento (amplía un deseo ya existente)
  2. la fantasía sexual como un espejo (una forma de analizar nuestras reacciones frente a los estímulos)
  3. la fantasía sexual como unos grandes almacenes (un lugar lleno de posibilidades por explorar)
  4. la fantasía sexual como un viaje (visitar lejanos reinos llenos de deseos y actividades);
  5. la fantasía sexual como otro yo (lo que puedo o no puedo ser)

Con los calores del verano que ya se presiente, por las noches me vuelven los sueños eróticos.
Un día de estos, y basándome en el estudio del profesor, creo que debería analizar a qué tipo de fantasía pertenecen los míos.




;-)

Sueños (eróticos) prohibidos

Continuando con el tema de las fantasías sexuales de mi anterior entrada, creo que la historia que nos cuenta este cómic erótico de 1997, titulado Forbidden Dreams, las recoge perfectamente.

En ella, la protagonista (Dra. Monique Hedyard), una psicóloga clínica especializada en trastornos sexuales, se ve transportada, literalmente a través del espejo, como si fuese una versión erótica del segundo cuento de Alicia, dentro del mundo de sus tórridas fantasías BDSM, las cuales ella desconoce que las tiene.

O sea, en casa del herrero, cuchara de palo.

Y veamos ahora unas cuantas viñetas, con las que comienza la historia. 







Por cierto, es una casualidad como otra cualquiera, que la protagonista aparezca en el mundo BDSM, sin la ropa que llevaba en el mundo real, y unicamente con medias negras, ligueros y zapatos de tacón, también negros, a juego, como si acabase de salir de una "fiesta privada" de sábado noche.

;-)

Estamos, en cualquier caso, ante un buen guión, digno de una película erótica