Y mira que ya nos ha pasado no sé cuantas veces, en años anteriores, pero es que cada vez nos pasa lo mismo.
Cena navideña para un grupo de amigas. Mesa reservada en un restaurante coquetón, de esos que una del grupo dice, que está bastante bien, y que ella fue a cenar hace semanas con su chico, y que la cosa estuvo bien.
Pues ... ¡¡Clavada al canto!!
En cuanto llegan estas fechas... parece que todos los restaurantes hubiesen abierto la veda de caza de la comensal.
Bueno, afortunadamente, esto solo ocurre una vez al año.
Y en cuanto a los temas tratados durante la cena, pues los de siempre: hombres, maridos en general, hijos, trabajos (incluyendo alguna jefa que otra, que está como para que le hagan un sello conmemorativo)
Y además de todo eso, muchas risas y ... ¡Feliz Navidad!
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