domingo, 25 de mayo de 2014

Y de profesión... ¡Detective Privada!

Hay ocasiones en las que la casualidad y la curiosidad se juntan, y dan como resultado uno de esos casos de investigación, que bien podría firmar algún/a detective privado/a.

Como dirían en las novelas negras...Todo comenzó hace años, en una búsqueda rutinaria en Internet.

Buscaba fotografías que me sirviesen de ejemplo para un post en el que explicaba cómo posar desnuda para tu... (lo que sea)

Y entonces encontré esta fotografía:
Aunque el posado era interesante, y cumplía la norma fundamental del erotismo (Insinuar sin mostrar), sus zapatos eran horribles, así que aunque guardé la foto, la descarté para aquel post.
Y ahí quedó inicialmente la cosa.
Pero ocurrió que al cabo del tiempo, en otra búsqueda en Internet, localicé esta otra fotografía:


¡¡Eh!! Que esa mesilla, con la vela y esa botella verde, las he visto en alguna otra foto, me dije a mi misma.

Con la ayuda de buscadores de imágenes, y con las referencias de la mesilla y el característico cabecero de la cama, encontré varias fotografías relacionadas, y entre ellas, ésta:

Y ahí, un detalle me llamó especialmente la atención: La fotografía que, dentro de un marco, había en la otra mesilla de la habitación.
(bueno, también me llamó la atención el que en la cama hubiese dos perritos ¿?, y lo excitada que estaba la protagonista de la foto, por lo erecto de sus pezones, cosa comprensible por otro lado, ya que estaba a punto de "meterse en harina" con su compañera de cama)

Aunque inicialmente pensé que se trataba de una "fiestecita privada", al más puro estilo "Rodríguez", que el marido había organizado en casa, aprovechando la ausencia de su esposa, hubo otro detalle que me sacó del error: ¡¡Anda!! Pero si la que aparece en la fotografía del marco es ELLA (la esposa), la misma que se está montando una "sesión lesbi" por todo lo alto...
(bueno, por todo lo alto o por todo lo bajo, pues en la fotografía, ella está tumbada en la cama, y tiene encima a su amiga con derecho a roce, y nunca mejor dicho, "galopando" sobre su trasero, y rozándose los pechos en su espalda)

No me costo demasiado terminar de desenredar la madeja de lo que realmente ocurría allí, al ver estas otras fotografías, con las que he preparado este video.
 

Y así llegué a estas conclusiones:
  • que ella es una exhibicionista con tendencias lésbicas muy acusadas (¿sin salir aún del armario, o entrando y saliendo, según las circunstancias?)
  • que tiene un marido voyeur, al que le excita ver a dos mujeres haciendo el amor 
  • que la esposa aprovecha para "montárselo" con amigas, mientras él las mira y fotografía, hasta que finalmente,y tras haber ingerido una de esas famosas pastillitas azules (la vemos colocada sobre la mesilla izquierda, junto a vaso), lo hace con su esposa, delante de la amiga, que los contempla y fotografía, mientras lo hacen.
¡¡Uff!!  Hacértelo (y bien) con tu amiga mientras tu marido os mira e inmortaliza, y luego hacértelo con tu marido, mientras que tu amiga, nuevamente, os contempla y fotografía...¡Vaya morbazo!  
Pero bueno, para eso y más, están las amigas.


Y también encontré estas otras fotos, en las que diría que han pasado algunos años, pero la historia se repite:  Sexo lésbico delante del marido voyeur.






Y así termina este caso de investigación de la detective privada Mar.
;-)

domingo, 18 de mayo de 2014

El don de la inoportunidad

Creo que ya lo he comentado en algún post anterior, pero es que esta fotografía, ha vuelto a recordármelo: Estás con tu marido, amante, amigo o amiga con derecho a roce en el hotel, a punto, puntito, de "meterte en harina", y... ¡Riiinngg! Te llaman del trabajo para decirte, que necesitan urgentemente un informe que entregaste el mes pasado, pero que no lo encuentran.
¡¡Vaya inoportunos para llamar justo ahora!!

Y encima, mientras que tú, en pelota picada, les explicas telefónicamente dónde lo dejaste y/o cómo acceder al informe guardado en el repositorio de documentación, va el/la imbécil (que dice algunas) que está contigo, y se pone a hacerte fotos, y a tí que te entra la risa tonta, por lo absurdo (y erótico) de la situación.

Bueno, al menos, el posado, y pese a lo precipitado del mismo, cumple la norma fundamental del posado erótico: Insinuar y no mostrar
(y técnicamente hablando, estaríamos en un posado, frontal-lateral, sentada con las piernas juntas)

;-)

domingo, 4 de mayo de 2014

Las astillas de Yavé

En las modas, siempre están las marcas originales que las crean, y las “inspiradas en". Y creo que Cate Maynes ha creado una moda: la de las detectives privadas, ex policías, solitarias, y con una borrascosa vida sentimental.
Y todo esto viene a cuento, de que durante este pasado puente de mayo, he leído la novela titulada Las astillas de Yavé, del escritor asturiano Rodolfo Martínez, y cuya protagonista, Viola Mercante,  tiene un aire que recuerda a Cate Maynes, ya que también es una ex policía, que ahora trabaja como detective privada, vive sola, y tiene una complicada vida amorosa, y gustos bisex.

Eso sí, Cate y Viola (V.) tienen diferencias, y una de las fundamentales, es que V. carece del sarcástico sentido del humor de Cate.
Y volviendo a Las Astillas de Yavé, diré que se trata de una novela de ficción, fantasía y misterio, en la que hay peligrosos seres de otra dimensión, extrañas sectas que controlan mentalmente a los habitantes de una ciudad (que recuerda a la Gijón natal de Rodolfo Martínez), y que tiene también algunos pasajes de gran carga erótica, como por ejemplo, cuando Viola Mercante se ve obligada por las circunstancias del caso, a participar en la madre de todas las orgías que han sido y serán, para tratar de salvar al mundo (en sentido literal).

Ya sé que alguien podría pensar, que ya es casualidad, que compre una novela, y la protagonista se vea metida en una orgía de las que hacen época, pero sí, aunque parezca raro, que conste que compré la novela, porque me pareció interesante la sinopsis de la cubierta posterior (una detective privada seductora, bisexual, deslenguada y de complicada vida sentimental), pero desconocía, pues en la sinopsis no se indicaba, que en la historia habría una orgía, en la que participaba la protagonista, pero ya que estamos, diré que Rodolfo Matrtínez, nos relata la participación de V. en la orgía, de una manera, que ni de lejos es comparable a como Clara Asunción García cuenta las aventuras amorosas de Cate.
Y es que se nota, que la escena la ha escrito un hombre, pues nos muestra a V. como una hembra utilizada por los machos que la rodean, y más concretamente...

...Estando ya V. completamente desnuda, avanzó hacia donde está teniendo lugar la gran orgía y entonces…

De entre la maraña de cuerpos desnudos, salió un brazo en mi dirección….
Luego la cosa se va calentando, y nos cuenta que...   “¿Quién era Blackwood, me preguntaba a mí misma, mientras cambiaba de postura para permitir una penetración más cómoda”,  y que algo más insistía, en entrar entre mis nalgas”, terminando con un “alguien tomó mi cabeza, y obediente, abrí la boca. Y pensé, mientras lamía, chupaba, y mordisqueaba, y  finalmente, algo estalló en mi boca. Tosí, tragué y escupí, y antes de que pudiera morder, aquello salió flacido de mi, y su propietario se desplomó sobre otro cuerpo”.
Y finalmente “todo cuanto era escapó de mí, en un grito de éxtasis", cuando comienzan a venirle, uno tras otro, los orgasmos.

Claro, que tras eso, y como V. es mujer de armas tomar, nos dice que “Gritando salí corriendo hacia donde estaba mi ropa, pero no sólo la ropa. Todavía gritando me volví, llevando una pistola en la mano. Disparé y  a penas pude contener un orgasmo cuando una cabeza de matón  reventó como una fruta madura".
En cualquier caso, me ha encantado esta novela de fantasía y misterio, y su trama me ha parecido muy entretenida (es una novela de esas, que se lee de tirón).
Añadiré además, que me ha parecido todo un descubrimiento Viola Mercante, ex policía, detective privada, mujer de complicada vida sentimental, y, nunca mejor dicho, "de armas tomar", de la cual, y por lo que deja entrever Rodolfo Martínez en los Agradecimientos del final de la novela, volveremos a tener noticias.

Smile