Mi suministradora de comics eróticos, nuevamente me ha pasado otro comic de la dibujante británica Rebecca, de la que hace unos meses ya me dejó uno.
La
historia, nuevamente de temática lésbica, creo que es de las más eróticas que
he visto y leido.
Rebecca nos cuenta en esta historia, la seducción, por
parte de una jovencita que es la esclava sexual de una señora (Catherine) de clase
media-alta, que ya fue protagonista de un cómic erótico anterior, de la hija de ésta última, y frente a ella, mientras ésta última se dedica a
mirarlas y filmarlas en vídeo.
(un poquito depravada, sí que creo que es la señora en cuestión, pero bueno, supongo que lo podríamos considerar la "licencia poética" de la historia).
Pongo a continuación unas cuantas viñetas elegidas del comienzo del comic, para que os hagáis una idea.
Como os he dicho y repito, es muy, pero muy, erótica, así que estáis advertidos/as.
Como os he dicho y repito, es muy, pero muy, erótica, así que estáis advertidos/as.
Como dice el título de la histora, de tal madre, tal hija.
Es realmente sorprendente, tal y como dice su madre en la antepenúltima viñeta, la velocidad a la que el "instinto" hace que su hija se folle a su amiguita, tanto por delante como por detrás, con un dildo descomunal. Teniendo en cuenta (así lo hemos de creer) que hasta esa noche, era una inocente niña (aunque de 18 años, que Rebecca no quiere que le puedan acusar de incitar a la perversión de menores), que se tomaba tazas de chocolatito caliente, cuando la amiga "le abre la puerta del armario", sale a tal velocidad de él, que le da con la puerta en todas las narices.
;-)
Bueno, son cosas que pasan, y además, igual, algo ya sabía (que con 18 años hoy en día...), pero lo cierto es que fuera del armario y en con la deshinibición del alcohol... descubrimos a una tigresa del sexo y del arnés-dildo.
Es realmente sorprendente, tal y como dice su madre en la antepenúltima viñeta, la velocidad a la que el "instinto" hace que su hija se folle a su amiguita, tanto por delante como por detrás, con un dildo descomunal. Teniendo en cuenta (así lo hemos de creer) que hasta esa noche, era una inocente niña (aunque de 18 años, que Rebecca no quiere que le puedan acusar de incitar a la perversión de menores), que se tomaba tazas de chocolatito caliente, cuando la amiga "le abre la puerta del armario", sale a tal velocidad de él, que le da con la puerta en todas las narices.
;-)
Bueno, son cosas que pasan, y además, igual, algo ya sabía (que con 18 años hoy en día...), pero lo cierto es que fuera del armario y en con la deshinibición del alcohol... descubrimos a una tigresa del sexo y del arnés-dildo.
¡¡¡Uufff!!!
;-)
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