Creo que desde que comenzó lo que podríamos llamar informática personal, estuvo claro que los ordenadores tenían aplicación en el mundo del erotismo.
Cuando posteriormenteapareció la realidad virtual, la cosa se desmadró definitivamente.
Y es precisamente de realidad virtual combinada con erotismo de lo que va este viejo cómic (lo de "viejo" viene a cuento del tipo de ordenadores que utilizan los protagonistas. Creo que la acción transcurre a finales de los años 80 o principios de los 90)
Todo comienza cuando Akikó, la amiga de Yue, la protagonista principal, le lleva a casa una caja que contiene el equipo completo de Realidad Virtual Erótica y el software para controlarlo.
No hace falta decir que tan pronto como Akikó marcha, Yue decide probárselo.
Y tan pronto arranca el programa...
Notamos que el dibujante debe ser un hombre, ya que en la fantasía erótica, Akikó aparece llevando un corpiño-liguero con medias ¡y tacones!
(qué manía que tienen los hombres con esto último. ¡Que no nos ponemos tacones para hacer el amor!)
;-)
A la fiesta eros se suma "el compañero y master" de Akikó, y Yue acaba disfrutando de una pularda mixta (hetero-lésbica), en la que mientras está siendo penetrada desde atrás por "el Master", ella le hace una "comida de toto" a su amiga Akikó.
La historia tiene un erótico final feliz para los tres protagonistas, como no podía ser de otra manera.
;-)
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