miércoles, 16 de julio de 2014

El Pol Dance y sus secretos.

En la cena con amigas de hace un par de semanas, una conversación en el restaurante, en una mesa próxima a la nuestra, me recordó que, aquí en Barcelona, hace algunos años (en el dos mil y pico), en los gimnasios ya se puso de moda el Pol Dance, y una amiga y yo, nos apuntamos entonces a un cursillo de iniciación.
Personalmente creo que se ha de ser consciente, de cuando no se ha nacido para hacer (o practicar) algo, y como cada día salía molida de la clase de Pol Dance (y al día siguiente, me dolía hasta el pelo, y tenía moratones en brazos y piernas), tras unos meses intentando aprenderlo, al llegar el verano...  ¡Adeu Pol Dance!

En cualquier caso, siempre intento sacar lecciones de todas mis experiencias  (unas veces para repetirlas, y otras, para no volver a intentarlas), y las que aprendí en aquellas clases de Pol Dance, y que ahora comparto aquí, con aquellas blogeras interesadas en aprender este tipo de gimnasia/baile, son las siguientes:
  • El Pol Dance, y a modo de resumen ejecutivo, como se dice en los informes de las consultorías, consiste fundamentalmente, en trepar con gracia y agilidad por la barra, sin que se note el esfuerzo que estás haciendo (lo cual requiere técnica, especialmente de piernas para sujetarse a la barra, y fuerza de brazos para subir)
 
  • Tras eso, y una vez en la parte superior de la barra, hay que dejarse "caer con estilo", dando vueltas alrededor de la barra, y llevando puesta en todo momento, tu mejor sonrisa Profidént.
  • Se practica llevando poca ropa, pero no, como creen los hombres, porque sea un baile erótico (que también lo es), sino porque así, es más fácil sostenerse en la barra, sujetándose, además de con las manos, el torso, los muslos, las pantorrillas y la espalda (lo cual, llevando mallas y camiseta, como resbalarían, sería mucho más difícil, por no decir imposible de hacer).

Esto es lo que, con esfuerzo, sudores y moratones, aprendí en aquel cursillo de iniciación, y que espero que os sirva a las que queráis iniciaros en este baile-deporte, y quien sabe, llegar algún día a ser una nueva Nakita Kash.



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