Para quienes no la conozcan, diré que Cate Maynes es una detective privada, expolicía, de desastrosa vida sentimental, la cual ella trata de olvidar, arrastrándose de cama en cama, de mujer en mujer, de barra (de bar) en barra (de bar), y de borrachera en borrachera.
Pues bien, meses atrás, leyendo el Blog de Clara Asunción García, supe que la segunda entrega de Cate Maynes, titulada Los hilos del destino, estaba a punto de publicarse.
Pues bien, meses atrás, leyendo el Blog de Clara Asunción García, supe que la segunda entrega de Cate Maynes, titulada Los hilos del destino, estaba a punto de publicarse.
Una vez publicada (por editorial Egales), adquirida (en una de mis librerías favoritas) y leída casi de tirón (esta novela es de las que engancha), comentaré que en esta segunda novela protagonizada por Cate, se mezclan dos historias: la que ocurre en su vida profesional de detective, para localizar al desaparecido hermano gemelo de su cliente, y la que ocurre en su complicada vida privada y sentimental, historia ésta segunda, que en esta ocasión me ha parecido más romántica que la de la primera novela, y que me ha encantado.
(me da igual que me tachen de
romántica incorregible).
La novela tiene además las inconfundibles “marcas de la casa” Cate Maynes, es decir:
La novela tiene además las inconfundibles “marcas de la casa” Cate Maynes, es decir:
- Los toques de humor y la fina ironía, tanto en los pensamientos y las reflexiones de la protagonista, como en las frases de alguno de los peculiares personajes con los que ella se encuentra (por ejemplo, en el capítulo 17, la dueña del hostal al que acude en el transcurso de su investigación).
- Las escenas amorosas de Cate, que siguen siendo de un erotismo, que hacen que, al leerlas, te entre el sofocón total (y aquí os remito al capítulo 7).
Tema aparte es el de que Cate siga autodefiniéndose como una imbécil, aunque yo creo que algo ha madurado respecto de su primera aventura (a mí al menos, me parece que lo ha hecho), aunque bien pudiera ser, que lo que hubiese ocurrido fuese, lo que decía el epicúreo (por sus gustos por el sexo, la bebida y la comida) detective privado Pepe Carvalho, en la novela Los Mares del Sur: "Los treinta años, es la edad en que el ser humano deja de ser un imbécil, y a cambio paga el precio de empezar a envejecer".
Quizás sea, porque este desastre de mujer llamada Cate se hace querer por quienes leemos sus aventuras, pero creo que si consiguiese aclarar y ordenar un poco su vida sentimental, y comenzase a comer y beber de forma más correcta y saludable, tal y como una y otra vez le recomienda Caroline, su amiga, confidente, paño de lágrimas, enfermera, cocinera-dietista y dueña del Powanda, veríamos finalmente a una epicúrea detective privada (la cabra siempre tira al monte, que decía mi abuela), al estilo de Pepe Carvalho, con unos toques de humor, que aquel no tenía, aunque no tan radicalmente gourmet como él, pero sí con más delicadeza (vamos, que no me la imagino abandonando en la cama a su amante, para dirigirse a la cocina, a añadirle fumet de pescado a un roux, y preparar la salsa velouté con la que napar unos canelones de marisco).
:-)
Resumiendo: Otra magnífica y entretenida novela de Clara Asunción García, protagonizada por la detective privada Cate Maynes, y con un sorprendente final, o, para ser exacta, con dos finales sorprendentes, pues ya decía antes, que en esta novela se mezclan dos historias.
(el final de la historia privada, es de los que deja con la miel en los labios)
;-)
Por cierto, y para terminar este post: sabemos que Clara recogerá las aventuras de Cate en 6 novelas, de las cuales ésta es la segunda,
Si hiciésemos la estimación de que las próximas no tardarán tanto en salir como ésta (la primera novela se publicó en 2011), y digamos, por ejemplo, que de una a la siguiente pasarán 2 años, llegamos a la conclusión de que tenemos aventuras de Cate Maynes, para otros 8 años más, y en los que veremos cómo, con la edad, ¿y la madurez?, evoluciona nuestra querida detective, y qué final tienen pensado Clara y Cate.
(personalmente prefiero los finales felices, o, en todo caso, los de mutis por el foro de las protagonistas, desvaneciéndose en la geografía y en la historia, que no cosas radicales como el de la película Thelma y Louise).
;-)
En cualquier caso, esperaremos para verlo, leerlo y disfrutarlo.
;-)
En cualquier caso, esperaremos para verlo, leerlo y disfrutarlo.
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