Lo que pasa en los congresos, se queda en los congresos

En nuestro grupo de amigas, en el que periódicamente nos reunimos para cenar (al menos una cenita al comienzo del verano y otra del invierno), ir al teatro, etc, tenemos una conocida que trabaja en el sector sanitario, y que nos comentó que, hasta hace poco, cada año, y por motivos profesionales, acudia a un congreso de su especialidad, y en el que "las noches eran bastante moviditas", y, que para esas ocasiones, y si te iba "la marcha", lo mejor era seguir estas normas:

• Recordar que lo que ocurre en los congresos, se queda en los congresos (o como suele decirse: lo que pasa en Sitges, se queda en Sitges).
• No hacer nada de lo que luego te pudieras arrepentir, pero por si acaso, ir perfectamente depilada.
• Meter en el equipaje, un pequeño tubo de lubricante íntimo (de base acuosa) y algunos preservativos.

Y a esas normas, y ahora que no hay Smarphone sin cámara de fotos y video, yo añado que también y por si acaso, hay que respetar las normas fundamentales de las fotografías eróticas:

• Insinuar sin enseñar (aunque estés completamente desnuda), o, al menos, sin enseñar el rostro, para que luego no te reconozcan.

Yo diría que esta congresista que vemos en la fotografía, "exponiendo claramente sus argumentos", incumple la norma (y le hubiese bastado con colocarse la mano derecha sobre el pubis, en vez de en el picaporte de la puerta).
Supongo, por contra, que sigue las normas para congresos de nuestra conocida, ya que va completamente depilada para acudir a la excitante "fiestecita privada" en la que parece haber estado (llevar el pelo revuelto suele ser sinónimo de bastante "trajín"), y de la que parece marchar, espero que hacia una habitación próxima, pues no es cosa de pasearse por los hoteles, llevando puestas unicamente cuatro cositas: la gargantilla, el reloj, la pulsera y una copa de cóctel Destornillador  (ese color es inconfundible).

;-)

• La mejor fotografía erótica es la que NO te hacen, pero en el supuesto de que acabases en la habitación de una animada clienta (de cuyas compras dependes, y mucho) que ha acudido al congreso, junto con dos simpáticos caballeros también congresistas, en una "fiestecita privada" de esas en las que se termina en pelotas "jugando" a la "pularda" (que a 585 Km del trabajo, 3 horas y media en AVE de casa y del marido, y con tres copitas en el cuerpo, una se desinhibe totalmente, y disfruta del placer de ser penetrada por orificios inhabituales), mejor ser la fotógrafa/operadora de cámara de video (utilizando -casi en exclusiva- SU Smarphone, para que la amiga/clienta se lleve el video y las fotos de recuerdo de su noche loca), que ser la actriz protagonista. 

(*) Historia real como la vida misma, y por lo poco que pudimos ver en el Smartphone de nuestra amiga, que en un momento de la fiestecita hizo un breve video "robado"... ¡¡Tela con la doctora y sus gustos erótico-exhibicionistas!!  (el interés en que la filmasen/fotografiasen haciéndolo, para llevarse el material a casa, nos sonaba extraño, y o bien eran para su exclusivo disfrute a solas, lo cual significaría que la relación con su marido no funcionaba, o bien, si los compartía con éste, significaría que al marido "le pusiese" ver a su mujer en pelotas, "metida en harina" con dos hombres desnudos, mientras que otra mujer, también aparentemente desnuda, pues de ella solo se ve su sombra y silueta, los filma)

En cualquierr caso, ¡Digno todo de una película Eros-XXX! 

(*) Nota de noviembre/2016: Aunque ya estoy apartada de publicar en Blogs, una sigue navegando en Internet, y encontrando "cositas divertidas". Parece que lo de nuestra amiga y su clienta, "la doctora viciosilla", con el paso de los años, y ligeras modificaciones de tal y como ocurrió la historia, se ha convertido en una leyenda urbana, de la que hasta parece haber algún corto video.

;-)

PD: De lo que no hubo forma, es de saber hasta que punto nuestra amiga participó activamente en aquella "fiestecita privada", pero claro, como me decía, de vuelta a casa, otra de las amigas: lo que no tiene sentido es ponerte en pelotas (la silueta de la sombra del torso, tetas y caderas es inconfundible) para hacer unicamente de reportera, viendo y filmando como folla la clienta (que por cierto, vaya técnica que tenía), y quedarte tú "a dieta" y más caliente que un brasero.

Su único comentario al respecto fue que, en aquel tiempo, estaba muy agobiada por alcanzar la cuota de ventas, pues era su objetivo fundamental, y que al cambiar de puesto en la empresa, ya había avisado a su sucesora, de "los gustos privados de la Dra. X", para que fuese preparada al siguiente congreso.

;-)